Regresó por última vez
aquel pequeño petirrojo
que solía tocar los vidrios
de nuestra ventanita azul.
Me ha traído en su pico
un mendrugo de sonrisa
con que tragar amores.
Su canto cristalino
calló por un instante
este silencio empeñado
en traerme tu voz.
Bendita epifanía
que echó a andar
el calendario inmóvil
de estos días sin ti.
Frágil petirrojo
ha emprendido vuelo
en palabras aladas
que se van perdiendo
en el cielo de tu olvido.
5 de abril de 2025
Hace 6 horas.