lunes, diciembre 13, 2010

Retiro

Quisiera regalarte niña
un último verso.

Pero tú me lo impides
al hacerme vivir.

Pues yo solo escribo
cuando estoy muriendo.

jueves, agosto 05, 2010

Trujillo

A la azotea del hotel El Brujo
ha llegado una brisa amable pero extraña,
mientras las luces del cerro Cabra titilan burlonas
y yo trato de adivinar los pasos de tu infancia.

Noche trujillana en blanco oscuro
has caído sin avisar y sin estrellas
en el enorme ruido de este centro tan pequeño
que hace más pétrea la soledad
del héroe vencido del Jirón Independencia.

Un perro ladra en el colegio San Juan
sin que se inmuten sus pabellones desolados,
ni sus árboles fantasmales, ni sus patios vacíos,
tan inútiles como este esfuerzo mío
por descubrir un rastro que no has dejado.

No te hallaré en el paisaje difuminado,
ni escondida en estas horas,
como una adivinanza de lejanías
que me ha dejado muriendo un poco
en esta ciudad en la que naciste.

miércoles, junio 30, 2010

Garúa limeña

El último invierno asomó
con una pequeña garúa
que ha empezado a borrar
los últimos recuerdos tuyos
aún dibujados en el malecón.

El sol ha muerto
ciento cincuenta y tres veces
desde que te fuiste.

En algunas fui testigo.
Lo he visto
agonizando en rojo
con estos ojos
tan ciegos de ti.

Será que estás
en Madrid, en Roma o en Rabat
y sentada conmigo, al mismo tiempo,
en el inevitable reptar de esta noche
que se lleva para siempre
a la Lima de los dos.

miércoles, mayo 12, 2010

Ansias

Esta noche mis brazos
se extenderán más allá
del horizonte que dejaste
y apartarán, ansiosos,
ese inmenso estorbo
al que llaman océano
para rodear tu cintura.

Llegaré hasta ti
para redescubrir
que no existe más cielo
que aquel escondido
entre tus piernas
y abriré mi boca
para saciar esta sed
ávida de tu diluvio.

Renaceré en esa lluvia,
que en tus sueños
diluyó la distancia,
y estaré allí contigo
aunque tú despiertes sola.

jueves, abril 22, 2010

Hadas esquivas

La madrugada ha llegado
susurrando un cuento
de hadas esquivas.

La narración perpetua
de cada palmo ausente
de tu cuerpo en ultramar.

Esas aguas oscuras
donde se ahogaron
todas las lunas nuevas.

No queda sino la estrella
que titila una nostalgia
del color de tus ojos.

Astro solitario que anhela
un final para esta noche
que no terminará al amanecer.

viernes, marzo 19, 2010

El petirrojo

Regresó por última vez
aquel pequeño petirrojo
que solía tocar los vidrios
de nuestra ventanita azul.

Me ha traído en su pico
un mendrugo de sonrisa
con que tragar amores.

Su canto cristalino
calló por un instante
este silencio empeñado
en traerme tu voz.

Bendita epifanía
que echó a andar
el calendario inmóvil
de estos días sin ti.

Frágil petirrojo
ha emprendido vuelo
en palabras aladas
que se van perdiendo
en el cielo de tu olvido.

domingo, marzo 14, 2010

Cuando escampe

Habrá una noche
que no se perderá
en los desvaríos
del olvido forzoso.

Colmada de ayer,
anónima y silente,
huirá una lágrima
que se secará
sin testigos.

Soñarás un sueño
que no recordarás
cuando se abran
tus ojos escampados.

Y habrá amanecido
otra vez tu vida
y te imaginaré feliz
mientras anochece la mía.

lunes, febrero 22, 2010

Iberia-6658

Tu voz huye sin tregua
de esta esperanza
en luna menguante.

Memorias futuras
se marchitan de pasado
en la amarilla soledad
de un tulipán de aeropuerto.

Nuestra vida resumida
en un adiós a medias,
en estas ansias que acarician
tus palabras apuradas.

Ticket de abordaje,
abrazo de despedida,
y esta amarga premonición
de que pronto seremos un recuerdo.

jueves, enero 28, 2010

Íncubo

Tesoro perdido
en mi boca
de tu sexo
el sabor.

Ansiedad de ti,
el deseo,
del dolor,
ha renacido.

Ahora mismo
y más tarde,
indefectiblemente,
te imagino.

Y me doy cuenta,
congelado de ausencia,
de que no hay fuego
en el infierno.


martes, enero 05, 2010

Homicidio en primer grado

Mi tristeza alcanzó,
silenciosa,
tu hermoso bullicio.

Y calló para siempre
lo que no me dijiste nunca.

Has muerto
como una flor inocente
bajo mis zapatos.

Asesiné tu primavera
con el invierno de mi demencia.

Huiré entre tus pétalos secos,
sobreviviré
entre mis letras muertas.