miércoles, abril 13, 2005

El cochino dinero

Uno de los beneficios que me da este trabajo es un toyota negro con lunas polarizadas que me lleva religiosamente hasta la puerta de mi casa cuando termino la jornada laboral de diez, doce o catorce horas. Cosa paradójica, hombre con chofer y –en estos meses de pago de impuestos– con muchas tarjetas, pero ningún billete en la cartera. Necesito más plata carajo, pensaba a lo largo de la Vía de Evitamiento. Me di cuenta de manera más nítida de mi necesidad cuando me pareció una barbaridad pagar tres soles por el peaje. Pensé en un post que leí por ahí (creo que en “Agenda de un Loco Razonable”) en el cual el autor preguntaba si alguien conocía dónde había dinero botado para ir a recogerlo. Me reí. A la altura del puente Benavides volví a recordar que no tenía plata. Retornó mi malhumor. Llegué a mi casa, me bajé del carro. Cuando caminaba hacia la puerta encontré a una señora agachada cerca al jardín del frente de mi casa. Buscaba en mi basura algo que sirviera para reciclar. “Perdón, joven…”, murmuró pensando quizá que la echaría de allí. Hay gente que está más jodida que yo, pensé recordando los dichos de mi madre. “Busque no más seño, si encuentra plata me avisa ah!”. No me entendió. Y yo me reí otra vez.

9 comentarios:

Ave Fenix dijo...

Dinero... dinero...

En este pais donde nada te garantiza obtener trabajo y ningun trabajo te garantiza obtener suficiente dinero para llegar al fin de mes, la magia, por decirlo de algun modo, para sobrevivir deberia ser patentada por los peruanos...

Un abrazo

Miscelánea de un Despistado dijo...

Eso de conformarse por ver que otros andan peor que uno me parece una coartada bastante simplona. Siempre va a haber gente peor o mejor que nosotros: así como miraste a esa Sra. necesitada, mira también a todos los que despilfarran su dinero...

Angel Castillo Fernández dijo...

Evidentemente no considero que uno deba conformarse con el simple hecho de que hay personas en peor situación que la nuestra, pero definitivamente es bueno detenerse a pensar (y agradecer) que al menos no estamos tan mal. Y, de otro lado, sinceramente no me interesa ocuparme de la gente que despilfarra su dinero. Saludos amigo.

Anónimo dijo...

ver que otro la pasa peor ratifica eso de a mal tiempo buena cara, no?

Angel Castillo Fernández dijo...

¿Para que te digo que no si sí?

Flavio dijo...

Haces bien en ver. Otros se molestarían con la señora.

Gastón dijo...

La plata no hace la felicidad, la compra hecha. O como decía Manolito, no hace la felicidad, pero se da una maña para imitarla...

Morena dijo...

hmmm
Me quedo con la escena de la señora :(

Morena dijo...

hmmm
Me quedo con la escena de la señora :( bu