sábado, mayo 28, 2005

Uppsss...

Estimados lectores, algún día tenía que pasar. Ya me estaba sorprendiendo que este neófito blogger durase tanto tiempo on line sin meter las cuatro patas. Ayer en la noche, quisiera explicar por qué razón, pero hasta ahora no la comprendo, ya no había blog. En su lugar había una pantalla totalmente en negro. De no ser por la ayuda de mi buen amigo Juan Arellano, a quien agradezco pública y sinceramente, Propio y Ajeno hubiese pasado a la historia. Pero en fin, ahí vamos recuperándonos del desastre que ocasioné en mi Template. Me falta volver a colocar los links de mis bloggers amigos. Lo haré este fin de semana. No se rían!

jueves, mayo 26, 2005

¿Escribir para la tribuna?

Mientras posteo estas líneas, en la lista de Blogs Perú se libra una intensa polémica que nació a partir de la supresión, aplaudida por la gran mayoría, creo yo, del TOP 25. Ahora han surgido algunas voces que consideran que la sección de Recomendados debería correr la misma suerte.

Uno de los principales argumentos de los blogger que quieren mandar los Recomendados a la guillotina es el hecho que algunos de sus posts –según señalan– son muy buenos y no han sido considerados en esa sección. Una blogger, creo que periodista como yo, señala que esta situación le priva del “reconocimiento” que necesita y la desalienta de continuar escribiendo.

¿Acaso se necesita de reconocimiento para seguir escribiendo? ¿Esa es nuestra motivación para hacerlo? ¿Para que la gente nos aplauda? ¿Escribimos para la tribuna? ¿Abrimos un blog para que todo el mundo sepa lo bien que escribimos? ¿Lo hacemos para que todos digan: maestro, o maestra qué buen post?

Sinceramente, yo pensé que la gente abría un blog porque tenía cosas que decir y le interesaba también conocer lo que decían otras personas. ¿Acaso lo que escribes tiene menos valor porque no figura en Recomendados? El acto de escribir es en sí mismo valioso, y tiene como partida de nacimiento la sensibilidad y la honestidad de una persona que, desde el momento que abre y actualiza un blog, tiene esa necesidad de “escribir porque sí” y no “para que me aplaudan”.

Los dejo con dos frases –y miren nada menos de qué escritores–para reflexionar un poco al respecto:

"Yo no creo que lo que escriba tenga mayor importancia. Estoy asombrado de que existan tantas personas, evidentemente inteligentes, que hayan tomado en serio lo que escribo y esto lo agradezco. Pero al mismo tiempo, si yo viviera en una isla desierta como Robinson Crusoe y tuviera vista, papel y pluma, seguiría escribiendo por una necesidad personal".

Jorge Luis Borges.


¿No te preocupa escribir desde hace treinta años para haber alcanzado tan minúscula celebridad? -Por supuesto. Me gustaría escribir treinta años más para ser completamente desconocido.

Julio Ramón Ribeyro

martes, mayo 24, 2005

Ahora una cadena musical...

Bueno, aunque algo tarde, contesto la cadena musical enviada por mi amigo Flavio.

Volumen total de música en tu computadora

No tengo ni la mínima idea, pero es bastante porque mi hermano arma unos tonazos.

El último CD que compraste

Un pirata de Ibrahim Ferrer (para mayores señas, el viejito negrito con gorrita de Buena Vista Social Club)

Canción reproduciéndose en este momento

Paco de Lucía está haciendo “cantar” a su guitarra “La Flor de la Canela”

Las canciones que más escucho y que significan mucho para mí

Muchas y ninguna

Los discos que te parezcan perfectos desde el principio hasta el final

-Buena Vista Social Club
-Fania All Stars
-Nirvana Unplugged
-Nos sobran los motivos, de Sabina
-Hasta luego, de Los Rodríguez
-Vale el soundtrack de Matrix?

Cadena sobre libros...

Mi nuevo amigo Superscout, me ha pasado una cadena sobre libros ahí van mis respuestas...

Estás atrapado en Fahrenheit 451, ¿qué libro te gustaría ser?

Si la pregunta va por el lado de memorizar el libro para evitar que su contenido se pierda una vez que sea quemado, creo que memorizaría cualquier cuento de Ribeyro. No tengo buena memoria, pero con esas pocas y magistrales páginas creo que cumpliría con la humanidad.

Ahora, si la pregunta va por el lado de que yo sea materialmente un libro que va a ser quemado, pues creo que sería la colección completa de Tolkien, total la gente ya vio las películas, no? Además, con tantas y tantas páginas me demoraría más en quemarme, qué rico! Ja ja. (Sorry los “tolkien ultra fanáticos”, que por estos lares más que abundan)

¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción?

De la joven Fermina Daza de “El Amor en los Tiempos del Cólera”, y es que de Florentino Ariza todos tenemos un poco.

¿El último libro que compraste fue?

Una versión pirata de “Mi Planta de Naranja Lima” para mi primita que está en el colegio. Pero, ¿quién no lloró con ese libro?

¿El último libro que leíste fue?

Magdalena peruana.

¿Qué estás leyendo actualmente?

Puros blogs. Entiéndame recién comienzo en esto y ando algo emocionado.

Cinco libros que llevarías a una isla desierta

-La Palabra del Mudo (aunque es una antología)
-Cien Años de Soledad
-La Guerra del Fin del Mundo
-Un mundo para Julius
-Nazim Hikmet, obra completa

¿A quién le pasas el Baton y por qué?

A Mutanter porque siempre es interesante leer lo que escribe, a Flavio porque seguramente me voy a matar de la risa con sus respuestas.

lunes, mayo 23, 2005

¿A dónde se fueron los inquisidores?

Finalmente el Gobierno de Chile admitió lo evidente y se disculpó formalmente con el Perú por haberle vendido armas al Ecuador durante el conflicto que nos enfrentó con ese país en 1995. Como lo sostuve en un post anterior, más allá de las simpatías o antipatías con el actual régimen, el reclamo peruano a Chile representaba una causa nacional, a la cual –algo lamentable pero previsible en un país tan desunido como el nuestro– pocas voces adhirieron.

Sin embargo, la Moneda, aunque con retardo, ha asumido una posición radicalmente distinta a la que defendía cuando se inició este problema. Chile pasó de una negativa total y áspera a un reconocimiento sincero y rescatable. Eso quiere decir que existían argumentos sólidos por parte del Perú. De lo contrario, la posición chilena, de comprobada firmeza y en ciertos casos, soberbia, no hubiera variado. El Perú tenía razón, aunque en nuestro propio país muchos de nuestros líderes de opinión, políticos y periodistas se encargaban de dársela a Chile.

¿Dónde están las voces que criticaban ácidamente la firme postura del Gobierno y de la Cancillería que, por una cuestión mínima de dignidad, reclaman excusas de las autoridades de Santiago?, ¿dónde quedaron aquellos que se rasgaron las vestiduras diciendo que el reclamo peruano era extemporáneo e innecesario? ¿a dónde se fueron los que dijeron que exigir disculpas a Chile por "algo que ocurrió hace diez años” representaba una actitud patriotera y una cortina de humo?, ¿Dónde están esas voces? No se oye, padre.

Es tan fácil unirse al cargamontón de la crítica ligera, pero tan difícil oír a alguien admitendo su equivocación. Y es que la hidalguía, estimados lectores de este humilde blog, no es una virtud que nos caracterice en este país.

lunes, mayo 16, 2005

Lectura obligatoria

No siempre se tienen a la mano opiniones tan lúcidas sobre un tema en el que fácilmente podemos ser inducidos al error, como es el caso de nuestras complejas relaciones con Chile. En medio del confuso torbellino mediático producido por nuestro último encontronazo con los vecinos del sur, Don Manuel Jesús Orbegoso plasma su experimentada óptica en:

http://mjoh.blogspot.com/2005/05/el-peru-y-la-guerra-con-chile.html

viernes, mayo 13, 2005

El amor en los tiempos del blog

La nostalgia y la tristeza son las musas por excelencia para escribir de amores. Estas crueles damas, omnipresentes en la vida del ser humano, lo quiera o no, han hecho parir a lo largo de la historia obras maestras que generaciones enteras han sentido en sus fibras más profundas como escritas para ellas mismas. Seguramente, muchos de nosotros hemos llenado de inspiración una página o dos, o tres, como producto de una despedida, de un final, de un adiós. Los blog son una magistral prueba de ello. Hay post sobre amores que son inmensamente tristes y nostálgicos y cuya belleza les hace alcanzar ribetes literarios. No sé por qué razón empecé con esta reflexión, si así puedo llamarla. Lo único que quería decirte es que siento no poder escribir uno de esos post sobre nosotros.

Hasta luego, Werther.

jueves, mayo 05, 2005

¡Seamos peruanos por Dios!

Es la primera vez que escribo sobre temas políticos en este blog. Si no lo he hecho antes es simplemente porque utilizo este espacio para distraer mi mente del tema con el que precisamente debo alternar día tras día: la política. Pero si me animo a hacerlo en esta ocasión es porque me indigna tremendamente como peruano y periodista la retahíla de irreflexivas y sorprendentes críticas que se han formulado por la posición asumida por el Perú frente a la confirmada entrega de armas por parte de Chile al Ecuador en pleno conflicto con nuestro país en 1995.

Empecemos por el argumento que se ha puesto de moda últimamente: “Pero si esto pasó hace diez años, es un refrito”. Falso. Los únicos que conocían de este tema fueron los presidentes de ese entonces Alberto Fujimori y Eduardo Frei, así como los cancilleres de turno Efraín Goldenberg y José Miguel Insulza. Si bien es cierto el diario La República, prácticamente el único medio independiente junto a El Comercio en ese entonces, denunció este caso, el tema sólo fue visto como una posibilidad, la cual fue negada en todos los idiomas por Fujimori y su par chileno.

Esta información –hoy confirmada por el propio Fujimori desde el Japón en una nueva muestra del cinismo de un prófugo de la justicia– le fue ocultada de manera flagrante al pueblo peruano, so pretexto de evitar mayores complicaciones en momentos que la prioridad era buscar el cese de hostilidades con Ecuador. ¿Acaso este asunto, por su tamaña gravedad, debía permanecer en la nebulosa y desaparecer con unas disculpas privadas y susurradas al oído de un dictador?

Se dice también que el hecho que esto haya sucedido hace diez años le da un carácter extemporáneo al reclamo peruano. ¿Acaso el tiempo tiene una acción reivindicatoria sobre la culpabilidad? ¿El que hayan pasado diez años borra el hecho que esas balas hechas en Chile –¡garante del Protocolo de Río de Janeiro, por el amor de Dios! – hayan atravesado los jóvenes cuerpos de soldados peruanos y ayudado al Ecuador en detrimento de la soberanía de nuestro país?

Quienes critican la posición peruana olvidan que este tema va más allá de sus gustos o antipatías por el Gobierno o el Presidente de turno, pues se trata de una cuestión de Estado, es decir de todos los peruanos. Contrario es lo que sucede en Chile donde, desde el diario La Tercera, afín al Gobierno, y El Mercurio, manejado por la derecha opositora, han cerrado filas en torno a su Cancillería y su Presidente.

También se ha acusado a la Cancillería de utilizar temas de política exterior como éste para distraer de asuntos de orden interno como las acusaciones por la falsificación de firmas de Perú Posible, partido de Gobierno. De esta manera, increíblemente, se hace eco de lo que se señala en Chile.

Quienes incurren en este tipo de señalamientos olvidan que son precisamente ellos quienes, al llevar sus cuestionamientos internos al campo de la política exterior, debilitan la posición peruana, que es defendida por una Cancillería que, contrariamente a lo que sucedía en la época fujimorista, no ha dado muestras de ser usada políticamente.

Ese uso político sí se le dio a la Cancillería durante la gestión de dos diplomáticos que hoy se pasean orondos por los medios de comunicación peruanos, muy olvidadizos para estos casos, como inquisidores de una gestión que es largamente más transparente y digna que la que ellos cumplieron cuando estuvieron en Torre Tagle. Por decoro esos señores deberían guardar silencio.

Para variar, los peruanos deberíamos unirnos en torno a un reclamo por demás justo y que debería ser nacional: que Chile reconozca la falta que cometió contra el Perú y que reedite sus disculpas de manera pública, como debieron ser en su momento. Eso se llama dignidad, no chauvinismo.

martes, mayo 03, 2005

Sorry, Robin

Siempre me he negado a aceptar que el simple y fortuito hecho del lugar de su nacimiento “marque” inflexiblemente la personalidad de un individuo. Sin embargo, cierto es que las sociedades determinan los rasgos sociales de sus integrantes, moldeando en ellos algunas o muchas características positivas y negativas. Es por ello que resulta tan difícil que un individuo, elemento base de una sociedad, deje atrás las miserias que arrastra su idiosincrasia.

Si en Francia una persona golpea con su auto a otro vehículo estacionado a un lado de la calle, se baja y va a buscar al conductor ausente para pedirle su número de seguro. En Alemania se ven autos que se detienen ante la luz roja del semáforo de una calle desierta a las tres de la mañana. En algunos metros del Japón los andenes cuentan con paraguas que los pasajeros se llevan a sus casas y devuelven religiosamente al día siguiente.

El punto es que todas estas cosas no deberían sorprendernos, sino parecernos normales. Quizá a estas alturas ya estoy escribiendo estupideces al pretender que la sociedad peruana dé un salto de cuarenta o cincuenta años, pero si al menos aspiráramos a eso todo sería diferente. Lo digo como un peruano que quisiera sentirse plenamente orgulloso de su gente.

No digo que en Europa no exista gente incivilizada, que por supuesto la hay. Pero no es la mayoría. Lamentablemente en nuestro país, los actos cotidianos que deberían merecer nuestro más profundo rechazo (pasarse la luz roja, no respetar las colas, maltratar a los usuarios de servicios públicos, faltar al respeto a diestra y siniestra) acá son moneda corriente e incluso tomados como situaciones “normales”.

No voy a cambiar nada con este post, sólo quería decirle a mi amigo inglés, que se cruzó con un grupo de patanes que dejó muy mal la imagen de mis compatriotas: Sorry, Robin, esos imbéciles no reflejan lo que realmente somos los peruanos ni lo que realmente es el Perú. Aunque tú lo sabes.