viernes, marzo 18, 2005

¡Qué viva Barney! (…al menos hasta que crezca mi sobrina)

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Lo intenté todo, pero con nada podía tranquilizar a la bendita chibola que parecía tener un excedente gigantesco de azúcar, pues su pequeña anatomía de dos años y medio no dejaba de ir de un lado a otro de la casa, seguida –apenas- por este sufrido (y resaqueado) tío que de cuidar niños sabe tanto como de matemática cuántica.

Había estado con unos amigos en una reunión que se prolongó hasta rayar las primeras luces de ese domingo. Cuando llegué a mi casa sentí una profunda felicidad de saber que mi familia se había ido al club. No porque no la quiera, todo lo contrario, sino porque podría dormir sin el bullicio endémico de los fines de semana en la Residencia Castillo Fernández.

Era apenas mediodía cuando sentí que alguien abría la puerta de mi cuarto. Era mi prima. En la mano tenía la llave que le había dado mi mamá, y en el rostro la expresión de un condenado antes de ser fusilado. “No tengo quien me cuide a la bebe. Sólo por un par de horitas. Tengo que recoger unas cosas en el trabajo y no la puedo llevar. No seas malito… etc.” Cuando estaba a punto de mandarla a rodar, mi sobrina entró al cuarto. “Benos día tiyo Anchel”. Besito incluido. ¿Cómo carajo decir que no? Mi prima desapareció en menos de lo que me demoré en decir: “está bien, pero sólo dos horas ¿ok?”

Las fuerzas me abandonaron a los escasos veinte minutos. El sueño, el dolor de cabeza y el malestar clásico de la resaca hicieron que sucumbiera en el sillón. En la media hora siguiente, la chibola había roto un adorno de mi vieja, rayado la tapita de mi celular, metido la mano en la boca de Porthos (mi perro), traumatizado para sus siete vidas a Pistaco (mi gato), arrancado hojas de las plantas de todos los maceteros, destrozado el catálogo de Saga, destrozado el catálogo de Ripley y un prolongado e inenarrable etcétera.

De nada sirvieron las canciones de Yola que le quería hacer cantar desde el sillón. Es que Yola ya fue hace tiempo, ¿no? Tampoco tuve suerte imitando voces graciosas. Bueno, no soy muy gracioso que digamos, tampoco la bebe tiene la culpa de todo. Entonces, me acordé que le gustaba la música de Axe Bahía. Desesperado, logré alcanzar el control remoto del equipo. Busqué en todas las emisoras. Ninguna pasaba al bendito grupete brasileño. “¡Y pensar que hace poco me tenían podrido todo el día con el Onda Onda y demás yerbas!”

“¡Ah ya sé! La voy a hacer ver televisión”, pensé finalmente. Prendí el todopoderoso aparato. “¿En qué canal pasan los dibujos animados, maldita sea? ¡Por fin! Adriana, mira los dibujitos”, grité, sin moverme, y poniendo todas mis esperanzas en la magia de la caja boba. Pero a ella no le interesaba.

Rendido y resignado a mi suerte, me quedé mirando Discovery Kids mientras mi sala sucumbía a la destructiva dictadura de la pequeña. Cuando de pronto, sonó una canción de desfile norteamericano, seguido de una canción: “Barney es un dinosaurio que vive en nuestra mente y cuando se hace grande es realmente sorprendente…” Adriana dejó de jalar el mantel y corrió hacia el televisor. Se sentó frente a la pantalla y no se movió más. Estaba hipnotizada por el dinosaurio púrpura de voz amongolada. Para cuando empezó a cantar: “Te quiero yo, y tú a mí…” su mamá ya había llegado.

Te aseguro Barney que ese día quien más te quiso en este mundo fui yo.

9 comentarios:

Tortuga Maldita dijo...

Yo le hago altar a Barney...!
Provecho con la resaca con regalo.Chez....

Anónimo dijo...

..Devuelvo la visita....aun no he probado con BARNY....pero lo hare este fin de semana largo...en mi caso tengo una beba de 09 meses...

Angel Castillo Fernández dijo...

...puedo considerar eso del altar. Ja, ja, ja.

Juan Arellano dijo...

Post seleccionado para la sección recomendados de BlogsPerú.

(Iquitos ... ahhhhhh)

Angel Castillo Fernández dijo...

Es la segunda vez que seleccionan uno de mis post. De verdad muchas gracias por valorar lo que comparto con ustedes.

Anónimo dijo...

"me encanto tu anecdota , a mi tambien a veces me hacen cuidar a mi sobrino de 3 añitos , y q suerte q existe el cable y x supuesto BARNEY , solo hace falta ponerle el discovery kids y c qda prendido del televisor , y asunto resuelto , como esos dinosaurios y otras cosas q no se ni q son nos facilitan la vida a algunos ... q a veces no tenemosh paciencia !!!! "

Flavio dijo...

¿Te has coqueado, sobrina mía?

Angel Castillo Fernández dijo...

Ja ja ja ja ja ja ja ja...

Anónimo dijo...

Barney es ridículo pero cuando los mocosos lo ven se quedan tranquilos (como drogados).